viernes, 9 de julio de 2021

A la hora del sol

 

El hombrecillo extrajo algo del bolsillo secreto de su pantalón. Era un billete plegado en cuartos. Lo desdobló y lo aplanó sobre la mesa. Al mirarlo, se alegró de tenerlo guardado, aunque olvidado.

Fue precisamente al finalizar aquella formalidad, cuando el reloj de pared soltó de golpe un pájaro que liberó un canto de dos notas, una aguda y otra grave. Del sobresalto, el hombrecillo articuló una palabra cerril haciendo añicos el billete que arrojó bajo la mesa del comedor.

Como medida de seguridad, el guardián le dio cuerda al hombrecillo con  la llave que mantiene incrustada en la espalda, mientras que al desplumado pájaro le ordenó cerrar los ojos y volver impávido a su celda.

6 comentarios:

  1. Pues ese hombrecillo a cuerda, qué buena idea literaria.

    Un abrazo, amigo

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  2. Y todo continuó como debía ser.

    Saludos,
    J.

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  3. Boa noite. Texto lindo e incrível meu amigo. Bom início de semana e com muita saúde para você e sua família.

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  4. No está de más añadir que a la hora del sol... ponerse crema protectora.

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  5. Dentro de una tienda?
    Un abrazo de anís.

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