jueves, 1 de julio de 2021

El museo de las formas cambiantes

 


En una galería de arte que ya nadie visitaba, el destino armó su trama al anudar en un punto algunos hilos sueltos. Todo lo inició Luis XI, apodado el Prudente y también la Araña, cuando empezó a entrelazar sus intrigas no solo para reducir la monotonía en condición de obras de arte, sino en congelado perjuicio de quienes le acompañaban siendo parte de la patética exposición sobre reyes y nobles de reconocida fealdad. Esta vez el Prudente escogió como víctima de su burla al duque Federico de Montefeltro por su perdido ojo derecho, la nariz ganchuda, la mirada tuerta y aquella cicatriz que afeaban su rostro. El condotiero, por aquella burla que hacía eco en el gran salón, le replicó: soy tu hazmerreír en este palacete; pero, lo que no sabes es que tú lo eres de los que mejor te conocen.

4 comentarios: