sábado, 30 de enero de 2021

El asunto

 






De refranes colombianos (modificados, claro está):


De la virtud y los vicios


Acércate a los buenos, y verás que no todos son de la misma condición.

El pecado es abuso.

La verdad cuando es amarga, nunca su rama endereza.

Quien con lobos anda, recoge sus sobras.

A la ocasión todo se le va en deseos.

En boca del representante, dos testigos y un alcalde.


viernes, 22 de enero de 2021

Domicilio

 


No me gusta llenar de plomo a nadie, pero es mi trabajo.

Rubem Fonseca.

Haceme caso, primero pasamos como si nada. Mejor dicho, echamos gafas para asegurarnos que el man está en la casa.

Eso es lo que me emputa de vos, siempre querés tener la razón en todo. La cosa es muy simple: pasamos como ya dijimos; miramos haciendo que buscamos una dirección. Nos devolvemos y cuando nos aseguremos de que es ahí, me bajo de la moto con la corona de flores. Como en esa casa siempre tienen la puerta abierta anuncio Domicilio, Que aquí le mandan, me firma como recibido. Es cuando saco el fierro y le apunto a la cabeza a la gonorrea esa, para que siga viendo la Liga en el más allá.

¡Listo bacán, vamos hacer esa vuelta bien y verá que quienes vamos a la final somos nosotros, hijueputa! Como yo te estoy esperando, apenas escuche gritos quemo el primer volador navideño para disimular la virusiada. Ni por el hijodeputa diablo te quitás el tapabocas. Nada de sorpresitas; somos muy higiénicos a la hora de quebrar a quien nos mandan y también a los que se atraviesen.

Y así fue, una vieja con cara de sopladora alargó los brazos para recibir la corona, pero se puso a gritar, así que fue a la primera que la vacié a punta de plomo. El man no tuvo tiempo de nada, lo dejé rígido en el sofá, no tuvo tiempo de pedir el VAR por el disparo violento que le hice a la cabeza. Yo siempre disparo a la cabeza para que no queden dudas de mi descarga mortal. Nadie se opuso, oís.

Lo que jamás me imaginé en ese momento, es que mi mujer estuviera allí visitando a la hermana de la que quebramos la semana pasada. Ella y nuestro niño también llevaron del bulto porque yo siempre disparo a la cabeza.

sábado, 16 de enero de 2021

Lunas

 


El pregón no se hizo esperar como música de fondo de la calle: ¡Espejos, espejos, espejos, diez mil mensuales! Raquel levantó la cabeza para que resonara en sus oídos aquel eco repentino que la hacía sentir como si deambulara por el interior de su cuarto. Recogió sus cabellos de humo y buscó sus ojos para volver a llorar. No tiene vida desde el día en que su alma quedó atrapada en los siete pedazos de vidrio de lo que fuera su regalo de bodas. ¡El espejo no sabe mentir, lo que le preguntan ha de decir!, alentó el pregonero, ¡Ya me voy, compren, compren espejos porque no volveré a pasar! Ella salió al balcón decidida a revivir los recuerdos disueltos en las brumas del tiempo. El pregonero al verla en lo alto soltó un gracejo: No es lo mismo llamar que ver. Y la mujer, sin perder tiempo le gritó: ¡El abismo también mira dentro de ti!