Cuando era un niño vi en el circo que llegó al barrio a una mujer barbuda que se llevaba varios ratones a la boca. Los sostenía por un buen rato, con la cola moviéndose entre sus cerrados labios, mientras caminaba frente al público con los ojos bien abiertos como si estuviera en un desfile de modas. Siempre recuerdo a esa mujer cuando me traen aquí al parque de los locos, porque ser cuerdo es considerado una locura.
Qué imagen de infancia más aterradora. Fenómenos de la naturaleza, qué vida más fea, o no, según se mire, para ellos
ResponderBorrarUn abrazo
Hace poco hubo mucho revuelo por una cantante barbuda, quizás si hubiera comido ratones en el escenario, todo el mundo hubiera aplaudido.
ResponderBorrarUn abrazo.
Así es alfred, cualquier insignificancia se registra, causa consternación. Total, noticia "sensacional cuando salió en la madrugada, a medio día ya noticia confirmada y en la tarde materia olvidada".
BorrarSaludos.
Mary, es una imagen aterradora del infante narrador arrancado de la exageración mágica de cualquier pueblo del mundo.
ResponderBorrarComo siempre va mi abrazo en tu búsqueda.
Me trae recuerdos la mujer barbuda. Cuando era adolescente, mi mama me decía que si no me depilaba me iba a parecer a la mujer barbuda, y cuando lo decía me daba miedo, y hoy al leerte me río.....saludos amigo.
ResponderBorrarRobar o provocar una sonrisa es otro cometido implícito entre líneas. Gracias por esa espontánea sonrisa tuya.
ResponderBorrarSalud-os
Hay un proverbio italiano que dice que el primer síntoma de locura es creerse cuerdo, y el segundo es proclamarlo. ¡Es tan débil el límite entre cordura y locura!
ResponderBorrarLa barba vale, pero comer ratones vivos... puajjj!!!
Un abrazo
PD. Te había perdido la pista. Qué bueno reencontrarte
Sin lugar a dudas, la cordura está sobrevalorada en estos días...
ResponderBorrarSaludos,
J.
Será por lo mismo que Susan Sotang dice:La cordura es una mentira acogedora.
BorrarSaludos José A.
Hola Alís. La cordura dura lo que la locura no cura.
ResponderBorrarUn abrazo, espero no perdamos la cordura siguiéndonos la pista.
Gracias, también me alegro de tenerte por aquí.
Un abrazo.
Yo siempre digo que la línea que divide la locura de la cordura es tan fina que es difícil percibirla.
ResponderBorrarSAludos.
En efecto manuela, la locura ha sido un miedo general y el término, utilizado de manera difusa y genérica, ha intimidado a las personas que nunca han querido ser etiquetados con un concepto con connotaciones tan negativas como es éste.
ResponderBorrarSaludos.