lunes, 2 de marzo de 2020

Réplica


Cada vez que volvía el incurable paciente a la clínica, no entendía por qué el helecho, por más que lo arrancaran de aquel orificio del inmutable muro, insistía en retoñar. "Es para demostrar que el sentido último de la vida, es el verdadero drama con que nos aferramos a ella".

16 comentarios:

  1. Mientras hay vida hay esperanza.
    Un abrazo.

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    1. Así es, Alfred. La esperanza es lo último que se pierde.
      Gusto en leerle.

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  2. Aferrarse, a un clavo ardiendo incluso, eh mejor que desistir.

    Un abrazo

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    1. Ya veremos, ya veremos, dijo el incrédulo.
      Otro abrazo para ti.

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  3. Por supuesto, la raíz es el embrión de la vida en la planta, pero, ¿y el enfermo?
    Saludos.

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  4. El instinto de supervivencia. Me gusta la idea de aferrarse a la vida, aunque insinúe que ella intenta arrancarse...

    Me gusta mucho este relato, Guillermo

    Un abrazo

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  5. Precioso y conmovedor poema, Julio David. Gracias por traerlo.

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  6. El helecho tiene esperanza de vivir.....Saludos amigo Guillermo.

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  7. Cuando se lucha contra el destino, la vida tiene demasiada importancia.
    Qué bueno que te gustó.

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  8. Con el solo mirar al ciruelo, lo tenía todo. Incluso, la esencia de la vida perdida.

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  9. Igual de insistente el paciente, al rwgresar cada vez, su deseo de seguir viviendo.
    Un abrazo.

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  10. El paciente ya sabe que es cuestión de días, quizás le asombre del helecho que sin llegar a tener la condición de humano tenga más suerte que él.
    SAludos.

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  11. Es como decir que cada quien lucha por lo que le corresponde hasta el último suspiro.
    Abrazos.

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