Un hombre
preguntó al sabio cómo ganar su vida cada día.
El sabio le
habló de cuatro batallas: “Contra el sueño que adormece el propósito, contra la
duda que encadena los pasos, contra el miedo que apaga la voz y contra el
orgullo que ciega el corazón. Si las vences al amanecer, el resto del día
peleará por ti”.
El hombre
agradeció y se marchó decidido a librarlas.
Al volver, al anochecer, halló al sabio dormido.

Es q, eso de batallar con la vida es agotador y además, todo el mundo sabe q los sabios dominan la teoría, la práctica es para los aprendices; ) Genial ! como siempre, un abrazo y buen finde Guillermo!
ResponderBorrarBien es sabido que sabio es aquel que constantemente se maravilla aprendiendo. Un abrazo y buen comienzo de semana.
ResponderBorrarIncluso los sabios necesitan dormir.
ResponderBorrarY en algunas fases del sueño puede aparecer alguna idea.
Saludos.
O se rinden. Saludo amigo.
ResponderBorrarSoldado que huye sirve para otra guerra, dicen.
ResponderBorrarSaludos,
J.
Así parece. Saludos.
ResponderBorrarO se hizo el dormido, para probar la reacción del hombre... Y en una de esas encontró al sabio destapado, y el tipo lo tapó: tampoco hay que calentarse tanto la cabeza con todo. Va un abrazo.
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