En una noche vestida de duelo, Pedro Navaja se encontró con Juanito Alimaña. El primero apuró su tumbao’ y sonriente le mostró el diente de oro antes de sujetar su puñal; entre tanto, el otro, con malicia y sin mucha maña, aseguró su pistolón dentro de su gabán.
Hubo ruido en aquella avenida cuando Pedro Navaja se le fue encima y Juanito Alimaña con decoro y con alago, se movió como el viento, y disparó. ¡Los recuerdos son peores que las balas!, exclamó aquel bravo antes de caer, mientras su adversario agónico alcanzó a balbucear: Al final, la realidad nos puso a cada uno en su sitio.
Publicado en el periódico El Espectador. Bogotá: 17 de abril de 2021.
https://www.elespectador.com/noticias/cultura/la-esquina-delirante-lxxi-microrelatos/
Un duelo desigual, para acabar con una rivalidad eterna.
ResponderBorrarSaludos.
Cuando hay una desigualdad, algo está fuera de balance. En nuestras sociedades, la desigualdad se produce cuando los derechos y los privilegios no se aplican de manera justa. Y usted, Alfred, lo sabe bien. en el texto, no basta el carácter, sino la inteligencia. Eso sí es muy evidente.
ResponderBorrarGracias y saludos.
si no es la realidad {la que nos pone en nuestro sitio}, es el tiempo. a estos también les ha llegado su tiempo
ResponderBorrarSaludos guillermo
Tiempo que ya terminó para algunos, pero siguen porfiado porque, a pesar de todo el daño causado los votos insensatos los mantienen como si nada sucediera.
BorrarGracias y saludos.
Un encanto de duelo entre balas y navajas.
ResponderBorrarUn abrazo, amigo
Duelo desigual, pero inevitable. Gracias y un abrazo grande para ti.
ResponderBorrarSiempre tan traicionera la realidad.
ResponderBorrarSaludos,
J.
Tanto como un puñal oculto?
ResponderBorrarUn saludo te dejo.
Bom dia Guillermo, eu acho que em relação a vacinação contra o Corona, também vivemos um duelo desigual, infelizmente.
ResponderBorrarAsí es estimado Luiz. Ese es otro duelo por la vida.
ResponderBorrarSaludos sanos y salvos desde Colombia.