Durante años, permaneció en silencio aguardando el día. Tal vez por eso, nunca perdió la esperanza de sentirse entre mis manos acariciadoras. Pero debió esperar unos días más; a que cesara este continuo agite de personajes que van y vienen, que entran y salen sin más.
Hoy, al caer las últimas sombras del día, o después de la opresión sentida en las desoladas y concurridas calles de la ciudad frecuentadas, Una lágrima y una estrella, de Darshan Singh, se desplegó ante mi como nueva revelación:
"Cuando pienso en la palabra escrita, mi mente se remonta al día en que Baují (mi padre), tomó mi pequeñita manos entre sus grandes y poderosos dedos y me enseñó como coger y rodar un cálamo por sobre una tablilla de madera (...) y así aprendiera el arte de la caligrafía. Eso era por allá en 1926. Ese mismo año, armándome de valor junté mis manos, para pedirle al gran Hazur Bada Sawan Singh de Beas que me bendijera con el don del Verbo (palabra), el mismo don que le había otorgado a mi Baují".
Una vez leídos los poemas místicos de Darshan Singh pasaron a ser mi oportunidad de volver sobre lo escrito en el marco de la secuencia de sus páginas para convertirlos en haikus:
A cada paso,
más y más los viajeros,
la caravana
Abraza e irradia
tan solo al principio
aquel girasol
Los desolados
senderos otoñales
se acordonaron
Granos de arena
relucientes espejos
en el desierto
Ávidos ojos
cuando danza el vino
en toda copa
¡Oh!, ¿cómo dejar
la botella y la copa
en primavera?
Jarra tras jarra
el escanciador tasa
sobre la mesa
Del salteador de
caminos se amparó,
menos del guía
Esta es la noche
que no tiene amanecer
tenso corazón
Pasa la noche
y alborea el día, hay rocío
en cada acero
No lo conocía, gracias por compartir. Son unos haiku excelentes.
ResponderBorrarUn abrazo grande, amigo
Que bueno que te hallan gustado.Como dije, son un ejercicio de reescritura. Lo válido es poder leer al poeta que logra conmover a todo espíritu.
ResponderBorrarGracias a ti por hacer presencia. Saludos por esas tierras bañadas de sol.
Un gran poeta... Muchas graciasvpir traelo. Ese tipo de poesía es el que más me gusta.
ResponderBorrarUn gran abrazo de anís.
Te deseo que estés de maravilla.
Algunos libros no hacen más que esperar a que estemos listos para ellos... Lamentablemente, para algunos nunca lo estamos.
ResponderBorrarSaludos,
J.
Para toda espera, hay un lugar indicado, con la persona indicada. Pero, antes, mucho antes, debemos saber si estamos listos para ese encuentro.
BorrarSaludos.
Así es, Sara. Un manantial de luz o de sabiduría. Vale la pena buscarlo a través de sus poemas.
ResponderBorrarCordial saludo.
Todo llega a su tiempo. Magníficos poema. Saludos amigo.
ResponderBorrarEl tiempo siempre es un ahora.
Borrarte saludo desde la distancia.
Me ocurrió de encontrar demoras inexplicables con algunos libros, pero creo que hay un momento para cada libro.
ResponderBorrarPreciosos tus haikus.
Abrazos.
Estar con un libro y sin él, es nuestra medida del tiempo.
ResponderBorrarSaludos te dejo, poeta.