Los amantes durante la noche padecieron su pasión
hasta la llegada del alba que marcó el final y su separación.
Volvieron a la mediocridad de sus días.
Un aire macilento detrás de las ventanas
lo invadió todo en suertes separadas:
La forma de querer tú, es dejarte que te quiera yo.
Bueno, tras la pasión d el anoche, la rutina invade las vidas. Igual la manera de amar de alguna gente, es dejarse querer, sin más.
ResponderBorrarUn abrazo
Equivale a decir que la aventura es peligrosa y la rutina letal.
ResponderBorrarUn abrazo desde la otra orilla de las pasiones.
¿Qué sería de nosotros sin algún oasis en el desierto de la rutina?
ResponderBorrarSólo dejarse querer no es una forma de amar, creo. Acaba hiriendo.
Un abrazo grande
Ese último verso es tan real que duele.
ResponderBorrarSaludos,
J.
Solo es un tipo de dolor.
BorrarSaludos, José.
Por supuesto, se trata de la suma de dos voluntades. Pero mientras tanto...
ResponderBorrarOtro abrazo para ti, Alís.
Un egoismo frustrante.
ResponderBorrarUn abrazo.
No lo pensé así; pero vale, por lo del alma vacía.
ResponderBorrarAbrazo desde Colombia.
Que triste es, solo dejarse querer......... Saludos desde México Guillermo.
ResponderBorrarMás triste es no querer queriendo.
ResponderBorrarSaludos y saluditos siempre.