domingo, 26 de abril de 2020

Don Gallo


Gallo Claudio

Cada mañana, nadie sabe desde cuándo, este guachimán se pavonea cuando sale a caminar. Con su quiquiriquí particular, anda por el centro de la calle, y de vez en cuando, inspecciona los antejardines hasta dar la vuelta por el barrio. Don gallo, a secas, porque no tiene otro mote, ni parece tener dueño, pues nadie lo reclama ni trata de encausarlo hacia su corral. 

Como dije, en su recorrido nada silencioso, pues se anuncia despertando a los que aún están dormidos con un sonido continuado y melodioso; canto con que opaca, si es que los deja escuchar, a los sonidos estridentes de algunos insectos, como los saltamontes, los grillos y las cigarras. Ninguno de éstos le teme, eso sería lo normal, pero, don gallo es muy particular, es toda una excentricidad, pues en lugar de picotearlos, ignora aquella concurrencia apostada a lado y lado para verlo pasar. No le hacen la venia, porque eso sí sería fatal en estos tiempos de tanto virulento suelto por acá.

Hay días que don gallo, tiene días de lunático, pues sale hacer su recorrido matinal sin fijarse en sus plumas rebeldes, que a su paso, dejan la sensación de tener su plumaje achilado gracias a un intruso que busca dejarlo en vergüenza dentro del corral. Pero él, como todo gallo caripambo, no digo que, como buen gallo, porque asegurarlo sería el vil mentir, busca de todas maneras salir adelante sin ningún achante, porque para él, no hay muchacha que se resista a correr adelante cuando el vanidoso sin más ni más busca admirar sus piernas, pues la hay delicadas, compasivas, morenas, blancas, velludas, rellenitas, delgadas, musculosas, muy juntas, por tocarse en los tornillos, o separadas, al palparse arriba de los muslos. De eso sí sabe don gallo, como del recorrer las calles todavía sombreadas y perfumadas por el nuevo amanecer.

Ya basta de decir, aunque bueno es contar de don gallo cuando sale a chicanear, para liberar sus buenos y malos hábitos, sin importarle el qué dirán.


(Como no se trata de cualquier gallo, y más si es verdadero, me comprometo a tomarle una selfie al verdadero gallo, que suele rondar mi calle sin temor a que le echen mano, o tal vez no lo hagan por viejo y cariseco).

Del Diccionario de colombianismos, editado por el Instituto Caro y Cuervo, hemos extraídos los siguientes sustantivos: achilado, bullaranga, guachimán, caipambo, chicanear.

9 comentarios:

  1. Hay gallos y gallitos, pero los gallos tienen el porte y la indiferencia del que tiene, y los gallitos, que son chulos de por sí, sin más mérito que su vanidad, no me dicen nada. Me producen risas :-)

    Un abrazo y a por una semana de rissa y caracolas

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    1. Hola Julio, en verdad se trata de un plumífero con historia propia, lo demás, ficción.
      Saludos con abrazo amigo.

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    2. Una excelente conocedora de los nobles plumíferos. unos y otros con su propia fama.
      Un abrazo y que todo nos sea propicio entre sonrisas y sonidos caracolezcos.

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  2. Si que es Don Gallo paseador. Saludos amigo.

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  3. No sé si al decir gallo te refieres al ave o a una persona, pero si puedes hacerle una selfie es que eres tú.

    ;)

    Un abrazo grande

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    1. Hola Alís, se trata de un ave que ronda por mi calle. Espero comprobarlo con una buena foto. Ya verás.
      Un abrazo para ti.

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  4. Cómo me encantaría levantarme con el canto de un gallo !!! Qué lujo !!!
    SAludos

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  5. Son de esos lujos que uno se puede dar en ciudades pequeñas como la mía.
    Saludos, gusto de tenerte por aquí.

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