NO COPIES, SÉ AUTÉNTICO

sábado, 6 de diciembre de 2025

Confesión a una mujer intocable

 

                                        

No debería decirlo,
pero llevo días intentando
convencer a mi mente
de que tu presencia es solo paisaje,
y no una herida dulce
que insiste en abrirse sin dolor.

Me repito que perteneces a otro,
que tu nombre ya está unido
a una historia que no me corresponde.
Pero hay deseos que no obedecen,
solo respiran donde arde
lo imposible.

Te miro en silencio
como quien contempla un relicario:
sin tocar,
sin siquiera acercar los dedos,
pero con el alma temblando
por la tentación de abrirlo.

Si alguna vez percibiste mi fuego,
quiero que sepas
que no era una invitación,
sino una verdad desnuda
tratando de volverse ceniza.

No busco tu juramento
ni tu huida,
solo el perdón secreto
de haber imaginado tu piel
donde jamás debería estar mi nombre.

Callaré.
No por falta de deseo,
sino por respeto al destino
que elegiste antes de que yo llegara.

Pero si alguna vez
la vida nos hubiera encontrado libres…
Dios sabrá
lo que habría escrito el viento.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario