NO COPIES, SÉ AUTÉNTICO

viernes, 14 de noviembre de 2025

Tres versiones

 


1.
La mujer bonita se cansó de ser Mamita, Bonita o Bombón.
Gritó su nombre: ¡María!
Y el eco, avergonzado, se tapó los oídos.

2.
Nadie recordaba su nombre; todos la llamaban como si fuera postre.
Un día gritó: ¡Soy María!
Y el santo del pueblo pidió cambio de identidad.

3.
Era tan bonita que su nombre se volvió innecesario.
Cuando dijo María, el aire respondió: “No insista, ya la conocemos de vista.”

5 comentarios:

  1. La comprendo perfectamente : )
    El aire ya ha recibido su reprimenda, ahora repite su nombre como en la peli west side story ; ) Un abrazo !

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  2. Aquí, María ha estado muy acertada.
    Un saludo.

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  3. Me gustan las tres posibilidades, pero si tengo que elegir una elijo la tres.
    La primera frase es bellísima y potente, deja claro que la apariencia pesa más que la identidad. En la segunda María quiere reivindicar quién es, pero el aire (representación de la sociedad y forma extremadamente hermosa) reconoce que solo la conocen por fuera.
    Excelente.

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  4. No le damos importancia al nombre hasta que es muy tarde.

    Saludos,
    J.

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  5. Cuando tu nombre pasa a segundo plano y empiezan a llamarte por el rasgo que más resalta en ti... El nombre, como el alma, lo tenemos siempre. Los rasgos, como las vestimentas, cambian. Va un abrazo.

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