domingo, 5 de marzo de 2023

Aquella noche...

Mujer dormida desnuda. Eduardo Rosales. Óleo. 1870.

Descubrí el placer inverosímil de contemplar el cuerpo de una mujer dormida sin los apremios del deseo o los estorbos del pudor. Aunque era lo más cruel que le había dicho, de vez en cuando decía la verdad para que me creyera cuando mentía.

4 comentarios:

  1. Una sibilina técnica de ocultar la verdad, que no se si evitaría el polígrafo. El polígrafo que llevan de serie las mujeres para asuntos sentimentales, y cuyas alertas no siempre manifiestan para que los hombres no kos demos cuenta de que lo tienen. Lo quieren mantener en secreto,
    Abrazo, Guillermo

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  2. Alguien asegura que no hay verdad ni mentira: todo es según con que se mira. Saludo, Gabiliante.

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  3. Y ahora no sé qué de lo que dices es verdad y qué mentira ;)

    Un abrazo

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  4. Mi estimada Alís, ambas podrían ser epifanías de una realidad literaria. Un abrazo también para ti.

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