Una carta
proveniente de Colombia la andaba buscando en manos de un cartero. Una anciana le
respondió al repartidor: «Cómo no, sí, sí, Carmen Marina, una mujer enferma y
casi ciega, creo que era del Valle o algo así, que vivió allá, en la que su
familia decía ser la casa materna; allá en la dieciséis, de gran portón y
amplio zaguán, nadie sabe la suerte de esa mujer después de que se encontró
allá en la frontera con su hija. Muchos creen que sentirse despreciada por
ella, la llevó a desaparecer más que el hecho mismo de haber abandonado hace
tiempo a sus hijos…».
Me gusta mucho ese inicio, de la carta que la andaba buscando...
ResponderBorrar¿Qué traería esa carta? ¿La sanará o la rematará?
Un abrazo
Tal vez un océano de secretos. Un abrazo para ti Alís.
ResponderBorrarLe cuenta al cartero su vida entera que es lo que espera en la carta.
ResponderBorrarSaludos.
¿La carta es la metáfora de algo, quizás de alguna vida? Saludos.
ResponderBorrarTal vez la carta se la haya escrito ella misma para recordarse.
ResponderBorrarSaludos,
J.
Escribir es reescribir aun si habla de sí mismo. Saludos.
ResponderBorrarMás vale una verdad inverosímil que una mentira de este tiempo. Saludos.
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