Un objeto volador no identificado,
real o aparente ante los ojos humanos, surcó el espacio geográfico de una ciudad cosmopolita. Por
lo sucedido no tardaron algunos expertos en declarar que toda las "afirmaciones
extraordinarias requieren de una evidencia extraordinaria". Mientras las
discusiones sobre el extraño caso se fueron haciendo interminables y la confusión
se generalizó sobre la forma en la que se movía el objeto con la forma del
objeto, en Magonia, Ávalon y otras geografías míticas, se comunicó el develamiento
de una verdad mediante un escueto comunicado interestelar: Los llamados seres humanos todavía bostezan
desde la lucidez de sus sombras.
Siempre con retraso en decidir que ven.
ResponderBorrarSaludos.
¿O será que hablan sobre lo que quieren ver? Saludos.
ResponderBorrarLa verdad de algunos, la pereza de otros
ResponderBorrarUn abrazo
Y lo seguirán haciendo durante varios milenios más...
ResponderBorrarSaludos,
J.