Ana y Jaimesiempre aborrecieron todo lo que tuviera que ver con el ímpetu avasallador de las tecnologías. Por tan poderosa razón, cuando necesitaban decirse algo, lo hacían mediante señales de humo. Solo les bastaba toser.
Una buena manera de comunicarse, así nadie pillaba lo que se decían entre ellos, pero supongo con una gran exigencia de tabaco o algo parecido. Un saludo.
Una buena manera de comunicarse, así nadie pillaba lo que se decían entre ellos, pero supongo con una gran exigencia de tabaco o algo parecido.
ResponderBorrarUn saludo.
Ni más ni menos, estimado Alfred. Saludos.
Borrar¡Oh, sí!
ResponderBorrarCuando no hay más que decirnos
Habla el humo...Y rema en espiral