sábado, 9 de abril de 2022

Por aguacate

 



Melitón Palacios, hombre de sanas costumbres, de hablar parsimonioso, trabajador de sol a sol, católico, apostólico y romano a toda prueba anunció que se casaría.

Las habladurías no se hicieron esperar; se habló de la gran suerte de Herlinda Arroyo, gracias al agua de calzones que durante días le dio a tomar al bueno de Melitón.

Se casaron en Santa Bárbara. En el pueblo todos se reían. El negro lucía vestido entero; ella, largo velo semitransparente de tul organza capaz de disimular las cicatrices que crecieron sobre sus viejas heridas. Hubo parranda, cerveza Pilsen, tamales, rellenas y un regalo especial en tomates y aguacates que, en letra de molde, decía:

¡Tómalo por aguacate!


Nota: En el siglo pasado en el Valle del Cauca, Colombia, una persona era considerada "aguacate" cuando hacía algo que los demás desaprobaban. En este caso, un hombre al casarse con una prostituta.

Agua de calzones: Especie de pócima, bebedizo o poción, cuya virtud principal es alterar o avivar el amor. También para someter o dominar a un hombre bajo la voluntad de una mujer. 

4 comentarios:

  1. Un matrimonio que empieza bien, con aguacates :-)

    Un abrazo, amigo

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  2. Pero que podría terminar mal por la mala reputación de alguien.
    Mis saludos para ti.

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  3. Pues bien por él, que en aquellos tiempos tenia mas merito aun. He tenido que buscar lo de "agua de calzon". La mala reputacion tambien es una carga pesada, a lo mejor no necesitaba el agua de calzon.
    Saludos Guillermo

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  4. Ya sabes, quién hace una, hace mil.
    Saludos.

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