Los dos luchadores se sujetan de las manos como si fueran garfios. El combate hasta ese momento favorece al resuelto peleador indio, quien desde el inicio salió a la defensiva. Por momentos, sus fuertes brazos atenazados inmovilizan al kazajo. Lo lleva casi a la demarcación color naranja de la colchoneta. Queda poco menos de un minuto. El duelo se intensifica con el despliegue rápido de la variante Suplex con la que se pretende derribar al oponente. Corren los segundos, el kazajo con un amarre incorrecto de la cabeza rehúye de su oponente, pero este suma puntos con movimientos técnicos precisos. Quedan cinco segundos, la victoria del indio parece inminente por su destreza técnica. Una llave suya traslada el cuerpo de su oponente a través de su espalda y cadera hasta casi apartarlo del colchón llevándolo a la posición de peligro. Quedan tres segundos para terminar el combate. El luchador kazajo continúa apoyado en las rodillas y las manos sobre el colchón lindante a la zona de riesgo. Parece no poder hacer nada para contrarrestar el ataque enemigo. El indio hace un último esfuerzo, sujeta como puede el cuerpo de su oponente, presiona con un preciso agarre de candado con ambas manos contra su pecho y las une entre sí. No hay duda, el indio pronto levantará los brazos en señal de victoria. Pero, unos hábiles dedos, que parecen en el ángulo superior izquierdo del televisor pantalla plana detienen el conteo oficial. El entrenador kazajo sonríe en forma socarrona y le ordena a su pupilo contraatacar. Con una Doble Nelson, el kazajo lleva a su oponente a la inminente Posición de peligro al romper el ángulo de 90 grados de su espalda con respecto al colchón. Termina el combate, el luchador indio pierde por total desconcierto.
La palabra certera, la acción inmediata.
ResponderBorrarSaludos,
J.
Manipular el tiempo para contrarrestar el resultado inminente.
ResponderBorrarSaludos.
Una victoria con una clase de deus ex machina, deteniendo el tiempo.
ResponderBorrarSaludos.
Una victoria muy estratégica. Pero salió un combate de lo más televisvo, y que nos llega.
ResponderBorrarUn abrazo, amigo
Super blog
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