Cuando amigos, nuestras cartas iban y venían. Con el paso del tiempo tuvimos necesidad de encontrarnos y de conocernos más. Entonces hablamos del amor y suspiramos por culpa de sus sutiles impactos.
No volveremos a vernos, ni cruzaremos las mejores cartas de amor porque nos dimos cuenta que eran escritas por quienes no estaban enamorados.
Viéndolo del lado bueno, se dieron cuenta antes de casarse, tener tres hijos, dos autos, un perro, un gato que no se lleva con el perro, una hipoteca y una úlcera cada uno... Salieron ganando, podríamos decir.
ResponderBorrarSaludos,
J.
Ja, ja, ja eso no es ganar, es prevenir todo lo anterior. Una ironía en forma de elogio.
ResponderBorrarSaludos.
En el amor las cartas viajan sin sello ni soporte físico. Por las misivas que sustentan la amistad.
ResponderBorrarUn abrazo grande
Pero dicen que el papel lo puede todo.
BorrarGracias, un abrazo igual de grande para ti.
Las buenas cartas se hacen cuando no hay enamoramiento, pues este lo complica todo. ;)
ResponderBorrarUn abrazo.
Una buena alternativa con la que hay que contar.
BorrarMi saludo y abrazo respectivo.
A veces la palabras se enredan
ResponderBorrara veces las palabras no alcanzan
a veces , solo a veces
quién las atesora , seguramente si amo
abrazos que lleguen
A veces
Borrarno sabemos lo que queremos.
A veces
no nos damos cuenta que nos corresponden
A veces,
dudo...
Mejor te envío un abrazo.
¿Sabes, que sí?
ResponderBorrarTe envío un abrazo amigo.
Mejor no escribir cartas y vivir el momento. Saludos amigo Guillermo.
ResponderBorrarEn efecto, existe gente que hace de todo, menos vivir.
ResponderBorrarRecibe mi abrazo amigo.
Es peligroso el tránsito de la amistad al amor (y viceversa). No lo entiendo, porque creo que debiera ser sencillo, y sin embargo siempre se pierde algo (generalmente, lo mejor que había)
ResponderBorrarSí, puede que hoy esté pesimista
Un abrazo grande