Hay una
tumba que data del Siglo II antes de la era común que se esconde en las
profundas montañas turcas, no lejos del Mar Negro. Se le conoce como la tumba
de Kapilikaya. La entrada parece una puerta normal, pero tiene un artificio. No
es una puerta en absoluto. Es falsa, no conduce a ninguna parte. Ni siquiera se
puede abrir. El único vestigio existente es una inscripción en la parte
superior de la entrada.
¿Y qué
significa?
La palabra tiene algo de mágico porque es la lumbre de un entresijo que da fe de su propio misterio.
Una curiosidad realmente llamativa. Una puerta debe suponer un espacio, qué misterio.
ResponderBorrarUn abrazo fuerte, amigo.
Dijo el griego Sócrates que el ser humano es el mayor misterio por lo que dice y hace. Un abrazo también para ti.
ResponderBorrarUna cosa bien misteriosa, una puerta sin ningún fin.
ResponderBorrarSaludos.
La puerta da fe de su misterio o de nuestra ignorancia. Saludos.
ResponderBorrarGrato saber el tiempo que me dispensas para dejar tu opinión antes de dar la temida media vuelta. Igual un abrazo para ti.
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