sábado, 1 de julio de 2023

Anverso y reverso

 




Cuando lo saludo, el hombre me mira con esa particular cara de bobo que le moldearon. Contalo, me dice. Ya llegó la factura del gas, así que falta tu aporte de acuerdo al consumo de este mes. En la juega, vecino. En sus cuatro palabras percibo una sombra atravesando su cerebro: ¿Cuánto fue el consumo del mes pasado? La lectura anterior del consumo fue de 3112 m₃ y la actual es de 3099 m₃ ¿Ve, y por qué tanto? Le explico que si bien, el consumo bajó, el valor del servicio de gas aumentó. El tipo me mira, tiene la boca entre abierta, como si su materia gris estuviera a punto de emanar por culpa del aliento a cebolla cruda. No hay una respuesta. El hombre se agita en el mar de la duda, se muestra resignado como el sol en un mismo lugar, así que opta por limpiar con un trapo el tablero de instrumentos de su moto. Le aplica al espejo retrovisor vaho caliente y lo fricciona con otro paño. Vuelve y lo mira con esos culos de botellas que tiene por lentes en una montura Timberlam chiviada. Se acomoda la gorra bajo la cual siempre se esconde para que no lo vean echar gafa en el vecindario. Vecino, todo bien, —me dice—. Podes preguntarle a mi mujer, nosotros no permanecemos en casa ni cocinamos mucho, escasamente dos huevos fritos para el desayuno; así que mínimo me corresponde darte tres mil pesos. Miro rayado al bobo por su poco fundamento. Pareciera que sólo espera mi humilde consideración por su inopinado drama, pero le hablo sin miramiento alguno. En los negocios no cabe el sentimentalismo. Me amonestó una vez mi ex, sin más ni más. Después entendí la intención del mensaje que, me sonó altisonante, fue porque le miré con reiteración las apetitosas nalgas a su hermana. El hombre por momentos vacila, sigue restregándole el trapo sucio a los espejos retrovisores; los sopla y luego, arguye: ¿No será que el incremento del servicio es por causa del recalentamiento del gasoducto Mariquita-Cali al pasar por la ladera del volcán Cerro Bravo? Esa dizque es la causa de la escasez del combustible ¿Oís? Le digo que, con todo y eso, la fecha de facturación, es anterior al problema del suministro del gas. Le pido que no le dé vueltas al asunto y que me pague. Sintiéndose en una sin salida, es cuando retumba desde los parlantes de un descapotado prestado al lavaperros que lo conduce: Salí jodido la última vez que en alguien yo confié / Me compré una forty y a cupido se la vacié / Pero el hombre, desde su altura corporal, pone una patética cara de imbécil por lo asoliado que lo tengo. Yo me pregunto por qué los adultos dejan de tener fe en lo que creían de niños, ¿no se supone que somos más listos ahora? Si algo detesto, es cobrar, tanto como tener deudas. Y éste tipo, posa de chichipato ante una poquedad por entregar. Pienso que sólo esto me pasa a mí por creer en la buena voluntad de la gente. Lo vuelvo a recatar: ¿Entonces en qué quedamos? El hombre al advertir que la factura ya tiene su respectivo impreso de «Cancelado», es quien ahora me pasa su respectiva cuenta de cobro: Mañana te pago, es que dejé la billetera allá arriba.

«¿Y éste qué? ¿Quién lo trajo al barrio o quién lo inventó? No pelao, conmigo cójala suave. Con esa cara agria cree que me va a impresionar. Yo no le como de cuento a nadie. Al fin y cabo, yo soy el cuñado de la dueña de la casa donde ese man vive. ¡Qué facturas ni qué nada! Se le ve lo muy urgido que está de "pagar la cuenta". ¿Acaso me vio cara de güevón? Ya pagó la puta factura, y quiere venir a azararme a mí por tres mil pesos, ja. Menos mal que me la pillé de una. Vivezas a mí… Ese man lo que está es encañengado. Eso le pasa a todo garoso ¿Oís? Lo dejé sano cuando le dije que no tenía la billetera. Nos merecemos una disculpa de parte de ambos: de él y de su mujer. Esa hembra también retaca feo con la sola mirada. Ambos creen que son de oro y que hay oro en todas las demás personas. El aletoso ese creía que yo de noticias ando mal sintonizado, pero cuando se dio cuenta de lo actualizado que estoy, quiso alebrestarse conmigo. Mejor dicho, se tuvo que patrasiar, porque me quiso coger de parche, pero en juego largo hay desquite».

«Bien o qué».


***

Coloquialismos empleados:

En la Juega: estar en el asunto que es correcto

Culos de botellas: Lentes gruesos.

Chiviado (a): algo adulterado; imitación de mala calidad.

Echar gafa: observar con disimulo o con sospecha.

Mirar Rayado: mirar con enojo.

Lavaperros: Empleado servil de un rico o poderoso.

Asoliado: mirar a alguien con rabia.

Chichipato: persona tacaña.

Pelao: niño, joven

Cogerla Suave: tener tranquilidad.

Azarar: Causar alguien o algo fastidio o malestar a una persona.

Encañengado: Algo de lo que es difícil deshacerse.

Garoso: Referido a persona, que come mucho y desordenadamente.

Dejarlo(a) Sano(a): dejar sorprendido(a)

Aletoso: enojarse por todo.

Alebrestarse: agitarse, alborotarse.

Patrasiar: Volver hacia atrás, retroceder.

Parche: grupo de amigos.

Comer cuento: hacer creer algo que generalmente es mentira.

8 comentarios:

  1. más le vale cambiar de inquilino a la primera que pueda, porque parece que el diálogo se va a repetir cada mes.
    El moroso usa mucho más coloquialismos, porque hasta que entra a hablar él, se entendía casi todo.
    abrazoo, guillermo

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    1. "Con inquilinos así, para qué enemigos". Gracias por tu comentario. Abrazo.

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  2. Nada peor que compartir los gastos de los "servicios" con alguien que no piensa de la misma manera que uno.

    Saludos,
    J.

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  3. Para escuchar a los que no están de acuerdo con uno hay que tener un talento difícil de encontrar. Saludos.

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  4. Difícil vivir con alguien así.
    Gracias por el uso de las palabras, eso siempre enriquece los textos.
    Fuerte abrazo.

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  5. Gracias a ti estimada Sara. Un abrazo desde la distancia azul.

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  6. Creí haberte comentado. Un diálogo muy divertido y cuajado de palabras y giros de Colombia.

    Un abrazo, amigo

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  7. En efecto, la voz del pueblo, pues están por doquier. Un abrazo de oso.

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