Hoy salí para que alguien me hiciera el correspondiente "arreglo floral". Me hice cortar el cabello. Por ello, llegué con menos pesos de conciencia; más querido, según mi esposa. Mis hijos no notaron la transformación de su papá. Son tan detallistas.
Jajaja, me hace gracia eso de "arreglo floral".
ResponderBorrarLa verdad es que molesta un poco cuando al volver de la peluquería nadie nota el cambio, sobre todo porque (al menos en mi caso) no suele salir barato.
(Deberías haber puesto foto, jeje)
Un abrazo
Lo único de mi autoría es el arreglo floral, lo demás, lo escuché en la calle. Casi siempre salgo a cazar frases e historias ajenas.
ResponderBorrarTe dejo aquí mi saludo, querida Alís.
Un buen "arreglo floral" puede conseguir maravillas.
ResponderBorrarSaludos.
No notar nada es la mejor muestra de aprecio en estos días. Digamos, vamos.
ResponderBorrarSaludos,
J.
Eso es cruel, muy cruel, pero real.
BorrarGrato tenerlo por acá, José.
Saludos.
Indudablemente don Alfred, claro, dependiendo de quien lo haga.
ResponderBorrarGracias y saludos.
Lo importante es que más querido y menos cargos de conciencia. ;)
ResponderBorrarUn abrazo.
Cachis, ni se enteraron del cambio de look, ya es que se fijan poco en ti, te tienen muy visto :-)
ResponderBorrarUn abrazo grande, Guillermo
¿Será eso, que de tanto ver, no perciben?
BorrarOtro abrazo igual de grande.
Es cierto, lo importante es la personalidad.
ResponderBorrarSaludos para ti.
Yo suelo ser tremenda con eso, voy de un extremo al otro. O noto hasta el detalle más ínfimo o no veo un hipopótamo dentro un baño!
ResponderBorrarUn beso.
Ja, ja, ja ¡Lo último en exageraciones!
BorrarRecibo ese beso, pero sonoro.
Los hijos aveces ni se fijan en eso, solo cuando te dejan trasquilado entonces te hacen bulla. Saludos amigo.
ResponderBorrarSí, ¿no? Las desgracias ajenas casi siempre son celebradas.
BorrarSaludos.
Tal cual.
ResponderBorrarSaludos.