domingo, 21 de agosto de 2022

Las niguas



Un comando de niguas dotadas de cabezas grandes y vientres angulares, emboscó a Gulliver cuando exhausto cayó sobre un alto pastizal. Fue un ataque combinado alrededor de la cintura, los tobillos y los pliegues cálidos de los pies. Pronto, las niguas ahincaron con sus garras las carnosidades y la epidermis de las uñas de las largas extremidades inferiores del conocido náufrago. Le inocularon baba hasta desleír la piel para absorberla como espléndido alimento. Ante la picazón intensa, la piel del viajero pasó de un color rojo a un tono morado que, luego, se le ennegreció. Al sufrimiento generalizado, se sumaron las huestes de la ansiedad y el horror que le produjeron al viajero un ataque de risa que, a modo de reflejo fatal, nunca pudo contener.

6 comentarios:

  1. Gulliver alucinaría con este post tan bueno.

    Un abrazo, amigo

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    1. Qué bueno que te haya gustado. Un abrazo te dejo desde esta orilla.

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  2. El que tiene cosquillas en los pies, tiene cosquillas en los pies. Las circunstancias son irrelevantes.
    Sbrazo Guillermo

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    1. Coincidimos en lo relacionado con las cosquillas, pero la muerte no me parece un asunto irrelevante. Saludos.

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  3. ¿Nunca pudo o nunca quiso contener?

    Saludos,
    J.

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  4. Siempre hay que estar en condiciones de escoger entre dos alternativas. Saludos.

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