Una noche de agosto, un hombre llamado Leonardo sale a caminar, como lo ha hecho los últimos diez años de su vida. Cuando está a punto de llegar a su casa, es interceptado por la luz y la sirena de una patrulla policial. Desde un parlante una voz metálica lo increpa y lo obliga a levantar las manos, con la amenaza de disparar si no obedece. Acto seguido sigue un interrogatorio donde nos enteramos de que Leonardo no tiene televisión, es soltero y es escritor —a cuya respuesta el policía escribe: «Sin profesión alguna»—, sólo camina de noche por el placer de hacerlo.
Leonardo es obligado a subir a la patrulla. Ante su pregunta de a dónde lo conducen, obtiene la única respuesta proporcionada por el representante de la Ley: «Al psiquiátrico, pues eres una amenaza para la sociedad que basa el bienestar de la comunidad en tener una o varias televisiones planas, gozar de una persiana de programas favoritos y permanecer atado a unos audífonos con el propósito de hacer del olvido y la ignorancia una forma fácil de felicidad.
Forma fácil de felicidad que culmina en esclavitud.
ResponderBorrarFuerte abrazo!
Qué peligro tiene estar libre entre los abducidos por los medios de comunicación, o las redes sociales :-)
ResponderBorrarUn abrazo
Pronto volverá, "la ley de vagos y maleamtes". Ahora el destino es un siquiatrico... Algo hemos ganado
ResponderBorrarSaludossss
Esperemos que esa ley, no tome posesión de nuestros estilos de vida.
ResponderBorrarPues no me sorprendería que ocurriera. De hecho, creo que ya ha sucedido en el pasado y, de una manera más encubierta, también pasa ahora. No interesan las personas que piensan.
ResponderBorrarUn abrazo
Estimada Alís, bien lo dijo Ítalo Calvino: "Toda historia no es otra cosa que una infinita catástrofe de la cual intentamos salir lo mejor posible", pero no aprendemos la lección.
BorrarUn abrazo.
Yo no quiero ser feliz de esa forma..... Pobre hombre. Saludos Guillermo.
ResponderBorrarNinguno lo sería, aunque hay quienes quieren seguridad en lugar de la libertad.
BorrarUn abrazo afectuoso para ti.
Bradbury lo entendería, sin dudas.
ResponderBorrarSaludos,
J.
Él diría: Ama la vida y disfruta de la vida.
BorrarSaludos José.
Julio, en un estado totalitario de libertad, el verde fresco de la hierba es bueno para quienes amamos ser libres. Vale ser prevenido y no perder nuestra verdadera identidad.
ResponderBorrarTe dejo un abrazo.
Una crítica directa y clara de la sociedad en la que vivimos.
ResponderBorrarMe llama la atención cómo es narrado, se diría que de forma periodística, como una noticia. Me ha gustado mucho.
SAludos.
En efecto, Manuela, creo que sin intertextualidad no es posible la minificción, pues ante su brevedad y la necesaria condensación de la anécdota implícita en ella, hay que recurrir a marcos referenciales como mecanismos para narrar historias completas usando la menor cantidad posible de palabras.
ResponderBorrarGracias por tu apreciación.
Saludos.